La oralidad en la obra de Horacio Castellanos Moya
Este texto es un resumen del ensayo sobre "Oralidad" en alemán.
En la novelas de Horacio Castellanos Moya rápidamente queda en evidencia el uso de la oralidad. Luego de una corta lectura uno, como lector, se encuentra ante oraciones extrañamente largas, lee un monólogo o se convierte en testigo de una conversación. El habla coloquial y familiar es aquí un elemento omnipresente, ya que los protagonistas relatan y maldicen con los términos más coloridos e impetuosos.
En este ensayo daremos primero un pequeño resumen acerca de la teoría de la oralidad, para luego pasar a aplicarla en forma directa o bien ampliada a un grupo de novelas escogidas del autor Horacio Castellanos Moya.
1. Teoría de la oralidad
En la teoría se diferencian al menos las siguientes formas de oralidad: la oralidad debido al analfabetismo, la oralidad tecnológica, la oralidad tradicional y la oralidad ficticia. Nosotros trabajaremos con esta última. La oralidad ficticia es usada de distintas formas para aparentar oralidad en textos (literarios) escritos. Una oralidad auténtica en la literatura es paradójica e imposible, por eso hablamos de una oralidad simulada. Esta estrategia narrativa posee un alto nivel de construcción, ya que trata de representar una conversación natural plasmándola en un escrito.
La oralidad está enraizada desde hace mucho tiempo en las tradiciones de los pueblos indígenas latinoamericanos. La escritura fue importada el continente por los conquistadores europeos. Sin embargo, la oralidad ficticia recién puede encontrarse desde la década de 1960 en las literaturas latinoamericanas. Los escritores que la emplean intentan, premeditadamente o no, llevar a cabo una desacralización de la literatura convencional, para así ofrecerle espacio a las cada vez más distintas y diversas voces de la sociedad.
Su empleo puede ser visto como una rebelión contra las normas rígidas de la producción literaria. La oralidad es encasillada en el mundo de la periferia, el mundo de los débiles y excluidos: la literatura y cultura populares. Por el otro lado, está el mundo basado en el centro. Este mundo tiene como características lo escrito, así como también la literatura y cultura ilustradas (la alta cultura). Los autores que emplean la oralidad ficticia se basan en una escala de valores marginales como marco de referencia para describir el mundo desde un punto de vista periférico.
2. La oralidad en Horacio Castellanos Moya
A lo largo de varias obras de Horacio Castellanos Moya se repite el uso del recurso estilístico llamado oralidad ficticia. Esto se refleja principalmente en la usanza de dos clásicas tácticas literarias para reproducir la oralidad: el monodiálogo y el enunciador básico.
Las obras La diabla en el espejo y El asco están escritas en base al monodiálogo. Esta es una forma de diálogo, donde solamente una persona habla, pero siempre dirigiéndose a un interlocutor desconocido para el lector. Este interlocutor nunca responde directamente, sino que sus respuestas son transmitidas a través del protagonista. Como recurso estilístico tiene varios objetivos. Por un lado, refleja y enfatiza una perspectiva muy subjetiva, por lo cual el lector tiene que decidir si puede fiarse del protagonista o no. Además, el autor se distancia de su figura, permitiéndole hablar sin introducir comentarios de su parte. Esto crea la sensación de que se trata de un habla espontánea, sin intermediario alguno y por eso se crea la ilusión de que la obra no está escrita, sino que es un acto de habla oral. Muchas veces, por ser un monodiálogo, el autor juega con la estructura temporal. Por lo demás, el autor juega muy bien con este recurso, acelerando y/o desacelerando el ritmo de la historia por medio del monodiálogo. Es así como en El asco se llega a la sensación de informarse de mucho en muy poco tiempo. Como lector, uno invoca uno de esos desagradables momentos en que un interlocutor no para de hablar y salta de un tema a otro sin dar respiro. Algo parecido sucede también en La diabla en el espejo.
Con este método el autor puede dar voz directa a personas que normalmente no están siendo escuchadas en la sociedad, por razones sociales o de género. Así es como se le puede dar voz a individuos marginalizados de alguna forma.
El segundo recurso estilístico importante es dar voz a un enunciador básico, como por ejemplo en las obras La diabla en el espejo y El asco. El enunciador básico es un narrador en una historia que, por ejemplo, tampoco tiene intermediario, sino que su voz es reproducida directamente y por eso tiene más impacto en el lector. Sus miedos, alegrías, su perspectiva de mundo en general están reproducidas sin filtro alguno.
Otro aspecto importante es que todos los protagonistas se encuentran de una u otra forma al margen de la sociedad o de los círculos sociales donde se mueven. Así, el autor da voz a personas a quienes nadie presta atención normalmente. La oralidad es en este contexto un recurso muy fuerte e importante. Ya que en el caso de las obras de Castellanos Moya dichos personajes marginalizados no son descritos por alguien, sino que son contados desde la persona marginalizada misma, se aumenta la autenticidad e inmediatez de la construcción ficticia.
Otro aspecto que influye en la construcción de la oralidad ficticia es que el vocabulario de los libros de Castellanos Moya suele ser coloquial, informal y a veces hasta vulgar. Esto se acerca más al vocabulario usado en el día a día real, que al mundo de las letras y por esto se puede contar como un elemento adicional para la creación de la oralidad ficticia.
Las distintas formas en las que Horacio Castellanos Moya simula la oralidad tienen un efecto común: logran crear una cercanía a una realidad. En oposición al realismo mágico, por ejemplo, el lenguaje en las obras de Castellanos Moya no embellece la obra. Más bien, gracias al uso del vocabulario coloquial y utilizando ciertas estrategias narrativas, logra crear una autenticidad simulada. La oralidad ficticia beneficia la representación convincente de la, nada bella, realidad política y social de Centroamérica tras las brutales guerras civiles.
3. El asco
En El asco la oralidad es simulada a través del monodiálogo. Ésta estrategia es la más apropiada para provocar concientemente. El lector es acercado más de lo común a la historia, pero, por ser literatura, no tiene la posibilidad de participar activamente en la conversación, así como tampoco puede añadir nada ni contradecir al personaje. El estilo fluido y rasante causa además que el lector, recién terminada la lectura, se percate de la dimensión de provocación a la que ha sido expuesto.
4. La diabla en el espejo
La oralidad ficticia en La diabla en el espejo es alcanzada sobre todo también por la técnica narrativa del monodiálogo. A través de varios monodiálogos, en ciertos lugares y tiempos diferentes, la novela gana en suspenso. Tanto en la estructura como en la temática, esta novela se asemeja a una telenovela. Por lo tanto, el libro puede ser visto como una crítica a la ignorancia y superficialidad de la clase alta salvadoreña, la cual ha sido incapaz de aportar a la construcción de una democracia. La oralidad ficticia le entrega a la novela la dimensión decisiva para liberarla de su banalidad. Es decir, el libro cobra una dimensión interesante precisamente por el uso de la oralidad.
5. El arma en el hombre
En la novela El arma en el hombre no se puede hablar de oralidad, ya que el lector aquí es introducido en la estructura del pensamiento del protagonista Robocop. Sin embargo, ésta expone varias de las características típicas de la oralidad, por ejemplo, las repeticiones, una estructura simple y oraciones cortas. Debido a la posición marginada en la que se encuentra el personaje, quien como ex militar no encuentra su lugar en la sociedad civil de posguerra, la no oralidad es su forma de comunicación. Él es una figura asociada al silencio.
6. Insensatez
En Insensatez encontramos la oralidad en los testimonios de los indígenas guatemaltecos que sobrevivieron a las masacres perpetuadas durante la guerra civil a lo largo de 36 años. Estos testimonios son la enunciación básica. Son reproducidos por el narrador básico a través de una especie de monólogo interior –stream of consciousness-, el cual le entrega al lector una visión subjetiva de los testimonios. Éstos sólo son comunicados en fragmentos y es por todo lo anterior que el narrador cumple un papel de mediador entre los testimonios y el lector. Su rol le permite intervenir y censurar los fragmentos que le presenta finalmente al lector, sobre todo a través del monólogo interior.