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Jorge Ortiz Sotelo
Thalassa – Asociación de Historia Marítima y Naval IberoamericanaAportes de Humboldt
a la náutica y a la oceanografía peruana2. Humboldt y la Corriente Peruana
La Corriente Peruana, o más propiamente dicho el Sistema de Corrientes del Perú, está formado por tres corrientes principales: a) la Corriente Costera Peruana, con un ancho que varía entre 100 y 250 millas, que fluye con dirección general de sur a norte a velocidades que van de 0.3 a 1.3 nudos; b) la Corriente Oceánica del Perú, que corre en igual dirección hasta unas 500 ó 600 millas de la costa, a velocidades que van de 0.3 a 0.5 nudos; y c) la Contracorriente del Perú, que fluye en dirección inversa a 100 metros de profundidad y que emerge a superficie entre las dos corrientes anteriores durante el verano.[1]
Este sistema de corrientes forma parte, a su vez, del sistema de corrientes del Pacífico Sur, que incluye aguas subsuperficiales antárticas que, debido al régimen de vientos alisios del sureste, afloran cerca de la costa enfriando las aguas de superficie y generando espacios de concentración de plancton, con el consecuente efecto sobre la fauna marítima. Ello explica la gran riqueza pesquera de nuestro país.
Si bien la Corriente Costera era conocida por los pescadores y navegantes del Área Andina desde antes del arribo europeo, Humboldt fue el primero en tratar de explicar las bajas temperaturas que encontró en Trujillo, en el Callao y durante su travesía a bordo de la Castor.
Su primera medición fue realizada el 26 de septiembre de 1802 en lo que hoy corresponde a los balnearios de Buenos Aires o Las Delicias, y que entonces eran playas del pueblo de Huamán. Allí encontró que el mar tenía 6° C menos de lo que se podía esperar para la latitud en que dicha localidad se encuentra.
En el Callao también realizó dichas mediciones, encontrando 13° Réaumur e incluso menos, lo que lo llevó a proponer que “el frío extraordinario del Perú viene del frío del agua de mar” (Humboldt 1991, 81). Al tratar de explicarse el origen de esa temperatura del agua de mar señala que ésta tendría su origen en el Polo Sur:
“Objeto de mi mayor sorpresa es constatar que la temperatura de la superficie del mar, que en otras latitudes ―donde no hay corriente― alcanza de 26° a 28° C, sólo logra elevarse cerca de Trujillo, a fines de septiembre a 16° C y, en el Callao, a principios de noviembre, a 15.5° C. La temperatura atmosférica, alcanzaba, en la primera época, 17.8° y la segunda, 22.7° C.; era, por lo tanto, unos 7 grados más cálida que la del Océano. Por consiguiente, el aire no podía haber enfriado al mar y aún sin conocimiento aproximado del clima o de la estación en que domina la garúa, o sea en la cual el Sol se recubre de una capa de niebla... deduje ya desde Trujillo en una primera aproximación a la costa, lo que era la opinión de muchos marinos, o sea que la Corriente Peruana tenía origen polar; la cual viniendo de altas latitudes seguía las principales sinuosidades de la costa en dirección N. N. W. Podría afirmar también que la gran extrañeza de la temperatura del clima de la Costa Peruana y, por decirlo así, el sensible frío que se experimenta en medio de los trópicos a pocos pies sobre el nivel del mar, en el llamado desierto del Bajo Perú, encuentra fundamento en el limitado calor del mar y en la obstaculización que significa la garúa que recubre el cielo por 3 ó 4 meses sobre la acción de los rayos solares” (Nieto 1959, 17).
En base a las mediciones que realizó en su viaje del Callao a Guayaquil, Humboldt encontró que la temperatura de la superficie del mar cercano a costa era bastante menor de la que se encontraba a unas cincuenta millas mar adentro. En esencia, había descubierto el proceso de afloramiento costero peruano:
“Por otra parte, la temperatura del mar no sólo varía de acuerdo con la latitud, sino también con los bajos fondos y la velocidad de las corrientes que vienen de regiones de otro clima. En la costa del Perú, entre los 8° y los 12° de latitud sur, encontré que la temperatura superficial del mar del sur era de 15° a 16° centígrados, mientras que fuera de los límites de esta corriente que corre desde el Estrecho de Magallanes hacia la Punta de Pariñas, la temperatura del Gran Océano equinoccial era de 25° a 26°. Es por esto que en los meses de julio y agosto de 1801 el termómetro acusó en Lima 13.5°, siendo difícil por este motivo obtener los frutos del naranjo” (Nieto 1959, 17).
En 1869, cuando H. Berghaus preparaba un Atlas, quiso dedicar la corriente peruana a Humboldt, dándole su nombre. Sin embargo, Humboldt se opuso a ello, señalando que la corriente ya era muy conocida y que “sólo me correspondió el mérito de haber sido el primero en medir la temperatura del agua en movimiento” (Nieto 1959, 18). Pese a ello, resultó habitual darle su nombre, hasta que en 1911 O. Krummel propuso el nombre oficial de Corriente del Perú, nombre que fue aceptado en congresos oceanográficos.
En resumen, la contribución de Humboldt respecto al Sistema de Corrientes del Perú puede sintetizarse en tres puntos: a) la utilización de isotermas, b) el uso del termómetro para demostrar que la temperatura del agua marina era inferior a la del aire, y c) la determinación del afloramiento costero (Nieto 1959, 18).
[1] Perú, Marina de Guerra. Derrotero de la Costa del Perú. Callao: Dirección de Hidrografía y Navegación, 1981, I, pp. A24-A26.
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