Gespiegelte Fassung der elektronischen Zeitschrift auf dem Publikationsserver der Universität Potsdam, Stand: 18. August 2009
Originalfassung zugänglich unter http://www.hin-online.de

H i N

Alexander von
HUMBOLDT im NETZ

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HiN                                                     II, 3 (2001)
 
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J.Alberto Navas-Sierra

Comercio y reinserción internacional: los «casos» latinoamericano y colombiano (Una hipótesis de Humboldt)

 

II.) LA NUEVA ‘DIVISIÓN DEL TRABAJO’ INTERNACIONAL.

Una hipótesis tan amplia y abierta como la formulada por Humboldt requería de un plazo suficiente para ser verificada. Un siglo después –1928-(7), con todas las cosas que entonces habían sucedido en la historia occidental, la nueva realidad comercial y política –y desde luego cultural- mundial apenas confirmó parcialmente, aunque de manera muy diferente, lo vaticinado por Humboldt.

GRÁFICO nº 1: PARTICIPACIÓN PORCENTUAL GLOBAL EN EL COMERCIO MULTILATERAL SEGÚN CUATRO GRANDES BLOQUES DE MERCADO, 1928.

Gráfico 1

Fuente: Cuadros nº A1 a A3 del Anexo final.

Apenas superado el primer cuarto del siglo XX, queda manifiesto que Europa continuaba dominando el gran grueso del intercambio global mundial (53,9% y 46,3% de las exportaciones e importaciones totales, respectivamente); en tanto el conjunto americano –América Latina y los EE.UU., de América, escasamente acaparaban algo menos de 1/5 parte de las exportaciones mundiales y algo más de ¼ parte de las importaciones mundiales; cifras ligeramente inferiores a las ya ostentadas por el resto de países emergentes –Asia, África y Oceanía- del planeta.

Aunque las cifras del sector externo de un país –o bloque de países- no refleje de por sí su grado de desarrollo y menos aún la dinámica de su estructura productiva interna –lo que de por sí resultaba evidente de compararse en tales fechas las ya disímiles economías de América Latina y la de los EE. UU., de América, conforme se hará más adelante- lo cierto es que conforme lo había vaticinado Humboldt el comercio internacional había experimentado un incremento espectacular durante el siglo precedente, vinculando y ampliado el nivel de relaciones políticas y culturales entre el ‘Viejo’ y el ‘Nuevo’ mundos.

CUADRO nº 1: DINÁMICA DEL COMERCIO INTERNACIONAL OCCIDENTAL SEGÚN PERÍODOS Y PAÍSES SELECCIONADOS; 1800-1963. (Tasas medias porcentuales totales y por habitante)

Período

Intercambio Global

Tasas en algunos países (a)

Total

x/Hbte

Gr.Bretaña

Gr.Bret. Francia y USA

Diez Países (b)

Total

x/Hbte

Total

x/Hbte

Total

x/Hbte

1800-1830

29.2

22.6

32.1

1820-1850

50.3

42.4

26

11.7

1830-1860

49.3

44.2

24

10.4

1840-1870

64.4

52.6

28

13.7

29.1

13.5

1850-1880

50.3

38

36.4

20.8

35.5

19.5

1860-1889

50

35.4

38.2

23

35.8

19.9

1870-1900

35.4

29.5

36.6

21.6

1881-1913

39.5

33.6

32.7

17.7

1913-1928

22.1

10.4

1913-1937

14.1

2.8

1928-1950

7.8

2.3

1928-1963

31.9

16.2

(a)Tasa media del crecimiento combinado decenal (Estimaciones de MULHALL)
(b) Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza y Austria.

Fuente: Simón KUZNETS: Tendencias a.. pp:99 y ss.

En primer término, las series anteriores manifiestan las altas las tasas medias de crecimiento del comercio, global y por habitante –50,3% y 42,4%, respectivamente- experimentadas durante los 30 años posteriores a 1820, cuando mal que bien había cesado de hecho el monopolio colonial español en América; tasas las cuales fueron todavía mas espectaculares para los 30 años transcurridos entre 1840 y 1870; tendencia que, aunque menos activa, se mantuvo hasta el final del siglo XIX. No fueron igualmente expresivas las aludidas tasas durante el primer cuarto de siglo –entre otras cosas en razón del Ier conflicto bélico mundial-, al que siguió una no menos interesante recuperación en el período 1928-1963. Algunas cifras sueltas hasta 1900, muestran que la dinámica de la expansión comercial mundial, global y por habitante, estuvo centrada, antes que nada en el Reino Unido de Gran Bretaña, Francia y los EE. UU., de América; dinámica que, como se aludirá más adelante, se extendió posteriormente a los países del Norte y Occidente europeo.

Por su parte, la última fase expansionista del comercio y relaciones internacionales suele asociarse con las necesidades de la reconstrucción europea –y japonesa- consecuentes con la devastación, casi continental, propias de la IIª postguerra mundial, proceso que, no obstante, coincidió con la última gran ola de descolonización de los continentes de Asia, África y Oceanía; cuyas similitudes con la experiencia emancipadora hispanoamericana impuso la actualidad de la hipótesis que Humboldt había formulado 20 años atrás.

a) Hispanoamérica y el sistema ‘multilateral’

Pero volviendo a 1928, y a los efectos de profundizar en la verificación de la hipótesis de Humboldt, resulta preciso desenglobar las cifras disponible y constatar si tan notable y perdurado crecimiento del comercio mundial reflejó o no una nueva división –incluso especialización- en el economía y ‘trabajo’ mundiales.

Conforme a lo implícito en los postulados liberales tan acérrimamente profesados por Humboldt era claro que el nuevo orden económico y comercial que habría de nacer con posterioridad a la independencia hispanoamericana tenía que ser –como sólo muy tardíamente llegó a serlo- de naturaleza ‘multilateral’. Como antítesis del anterior y largo sistema colonial americano, los recursos –expresados en medios de pago internacionales- provenientes de las exportaciones libremente efectuadas por un país determinado debían destinarse a pagar o cancelar las importaciones, igualmente libres, que ese mismo país realizaba en el mercado ‘mundial’. Los superávits o déficits en que incurriera dicho país constituían una acreencia -a favor- o una deuda -en contra- de dicho país en o con el resto de países. Por fuerza, y según la capacidad egocéntrica ejercida por algún o algunos países –Gran Bretaña prácticamente hasta la IIª Guerra mundial- determinó que una moneda nacional –Libra esterlina- se convirtiese en el medio de pago convertible –divisa- predominantemente utilizado en los pagos comerciales y movimientos de capitales internacionales.

Las cifras del gráfico nº2, son suficientemente expresivas para demostrar que nada más cruzado el primer ¼ del siglo XX, Europa continuaba concentrando en torno a sí misma el gran grueso de sus exportaciones –59.4%- e importaciones –51%- nacionales. Una baja y similar proporción –6,9% y 7,6%

GRÁFICO Nº 2: PARTICIPACIÓN PORCENTUAL DEL COMERCIO MULTILATERAL SEGÚN CUATRO BLOQUES DE PAÍSES (1928)

Gráfico nro.2, anklicken um zu vergrößern

de su ventas y 13,4% y 10,2% de sus compras- estaban dirigidas o provenían de los EE. UU., de América y América Latina; no sucediendo lo mismo con el resto de países –ahora sus nuevas colonias de África, Asia y Oceanía- con la que se efectuaba una 1/5 parte de su comercio.

Para dicha fecha –1928- el caso americano en conjunto inversamente resultaba bastante similar diferenciado entre sí: en tanto los EE.UU., de América repartía proporcionalmente el grueso de sus exportaciones e importaciones entre Europa, terceros países y América Latina –ésta en último lugar- los antiguos dominios españoles comerciaban mayoritariamente con Europa, seguida ésta de los EE.UU., de América, siendo prácticamente inexpresivos sus intercambios con el resto del mundo; debiendo resaltarse el bajísimo nivel de intercambios intra-regionales.

No obstante, la anterior resultante histórico-económica debe ser contrastada en términos de la especialización productiva subyacente en las tendencias comentadas.

CUADRO nº 2: PARTICIPACIÓN PROPORCIONAL EN EL COMERCIO MUNDIAL SEGÚN GRANDES BLOQUES DE COMERCIO, 1876- 1937. (Porcentajes)

Bloques de Países

1876-1880

1896-1900

1913

1928

1937

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

EE.UU. de América y Canadá

11.7

7.4

14.5

8.9

14.8

11.5

19.8

15.2

17.1

13.9

Gran Bretaña e Irlanda

16.3

22.5

14.2

20.5

13.1

15.2

11.5

15.8

10.6

17.8

Europa Norte y Occidental

31.9

31.9

34.4

36.5

33.4

36.5

25.1

27.9

25.8

27.8

Otros países europeos

16.0

11.9

15.2

11.0

14.2

13.4

11.4

12.5

10.6

10.2

Latinoamérica

24.1

26.3

21.7

23.0

8.3

7.0

9.8

7.6

16.9

7.2

Oceanía

n.d

n.d

n.d

n.d

2.5

2.4

2.9

2.6

3.5

2.8

África

n.d

n.d

n.d

n.d

3.7

3.6

4.0

4.6

5.3

6.2

Asia.

n.d

n.d

n.d

n.d

11.8

10.4

15.5

13.8

16.9

14.1

Fuente: Lamartine YATES: Forty years of foreign trade. London 1959; pp. 30 y ss.

Las cifras del cuadro nº 2 relevan la tendencia de la economía mundial a partir de último cuarto del siglo XIX, en la que el proceso de multilateralización de los intercambios y pagos internacionales se realizó en dos fases. Una, que concluyó en 1870, que fue netamente ‘triangular’ y la en la que, como ya se advirtió, Gran Bretaña mantuvo una indisputada supremacía como exportadora predominante de manufacturas que intercambiaba por una amplia gama de productos tropicales. De otro lado, aparece claramente el surgimiento de los EE. UU., de América como nuevo eje del comercio mundial; quedando en medio algunos países europeos (Francia, Austria y Alemania). No obstante, fue a partir de 1880, con la irrupción económico y comercial de Prusia cuando el sistema económico mundial alcanzó un carácter estrictamente ‘multilateral’ que perduró hasta la IIª Guerra Mundial (8).

En lo que corresponde a América Latina, a pesar de su baja ponderación histórica en el conjunto de las importaciones mundiales, a partir de 1900 resulta evidente la crónica pérdida de su posición como exportador e importador dentro del agregado del comercio mundial.

CUADRO nº 3: PARTICIPACIÓN PROPORCIONAL EN EL COMERCIO MUNDIAL SEGÚN GRANDES BLOQUES DE COMERCIO Y TIPOS DE PRODUCTOS; 1876- 1937. (Porcentajes)

Bloques de Países

1876-1880

1896-1900

1913

1928

1937

I) PRODUCTOS PRIMARIOS (%)

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

EE.UU. de América y Canadá

16.1

7.2

18.7

8.5

17.3

11.3

20.0

16.7

15.5

15.8

Gran Bretaña e Irlanda

31.0

29.7

3.9

25.8

6.2

19.0

4.8

19.9

4.8

22.9

Europa Norte y Occidental

22.6

39.3

27.6

45.0

25.2

43.1

14.5

34.2

15.6

33.7

Otros países europeos

20.2

11.2

18.1

10.4

14.7

12.3

16.0

10.5

13.7

8.5

Latinoamérica

38.0

12.6

31.7

10.3

12.6

4.3

15.8

4.1

16.4

3.9

Oceanía

n.d

n.d

n.d

n.d

3.7

0.9

4.6

1.1

5.5

1.1

África

n.d

n.d

n.d

n.d

5.6

2.2

6.4

2.3

8.3

2.8

Asia.

n.d

n.d

n.d

n.d

14.7

6.9

17.9

11.2

20.2

11.3

Bloques de Países

II.) MANUFACTURAS (%)

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

Exp.

Imp.

EE.UU. de América y Canadá

4.4

7.1

7.4

9.6

10.6

12.1

19.2

12.8

19.7

10.6

Gran Bretaña e Irlanda

37.8

9.1

31.5

10.4

23.3

8.2

21.8

8.2

19.5

8.6

Europa Norte y Occidental

47.1

13.3

45.8

12.2

47.9

15.4

40.9

15.7

41.8

13.3

Otros países europeos

9.2

18.1

10.3

20.3

8.3

24.4

4.7

24.4

5.8

17.5

Latinoamérica

1.5

51.8

5.0

47.5

0.4

11.9

0.4

13.5

0.5

12.9

Oceanía

n.d

n.d

n.d

n.d

0.1

5.0

0.2

5.1

0.4

5.7

África

n.d

n.d

n.d

n.d

0.4

6.1

0.4

8.3

0.5

12.3

Asia.

n.d

n.d

n.d

n.d

6.7

16.9

12.3

18.0

11.8

18.9

Fuente: Lamartine YATES: Forty years of ..; pp. 30 y ss.

Desglosadas las cifras anteriores según dos grandes categorías de productos –primarios y manufacturados- queda una vez más evidente el predominio europeo en ambos tipos de intercambios. Las citadas cifras traslucen con mayor claridad la definitiva y radical especialización económica mundial -productiva y comercial- que se consolidó a partir del último tercio del siglo XVIII: Europa continúo siendo, ahora a una escala mundial la productora dominante de buena parte de las manufacturas consumidas en el planeta, sustentando dicha especialización en la importación masiva de un amplio espectro de materias primas de origen tropical, buena parte de ellas procedentes –una vez más- de los antiguos dominios españoles de América.

Sólo al final del siglo XIX, al convertirsen en exportadores netos de manufacturas, los EE. UU., de América escaparon al signo regresivo y neo-colonial Europa-América; uniéndosen desde entonces al selecto club de países europeos que regirían el futuro de los intercambios y pagos mundiales.

b.) El inevitable desequilibrio.

Si al anterior análisis se unen las series de evolución de los índices comparativos de los precios unitarios y cantidades exportadas de una y otra clase de productos, sale a relucir con mayor claridad el proceso de paulatino desequilibrio que singularizó la reestructuración del comercio y relaciones internacionales, en especial a partir del último tercio del siglo XIX.

CUADRO nº 4: ÍNDICES COMPARATIVOS DEL QUATUM Y VALOR UNITARIO DE LOS DOS PRINCIPALES CATEGORIAS DE EXPORTACIONES; 1876-1938.

(Índice del valor en U$ americanos; índice del quatum en toneladas métricas)

Index

1876-1880

1896-1900

1913

1928a

1938

Index en el Valor Unitario (U$)

Productos primarios

79.5

59.1

75.8

100.0

68.9

Productos manufacturados

66.2

61.5

67.6

100.0

81.8

Index en el Quatum (Ton. Métricas)

Productos primarios

25.0

48.4

80.6

100.0

100.0

Productos manufacturados

27.8

41.7

87.0

100.0

87.0

(a): Índices de base original centrados en 1913 t reconvertidos a 1928 = 100.

Fuente: Lamartin YATES: Forty years ...; pp. 39 y ss.

Los datos consolidados de evolución de ambos tipos de índices –valor unitario y quantum- muestran claramente la tendencia desfavorable que en contra de las exportaciones primarias se perfiló, tanto desde 1876 hasta la víspera de la gran crisis mundial del 29, como luego hasta dos años antes de la IIª Guerra Mundial. A pesar de tratarse de series globales respecto de dos categorías tan genéricas de bienes, queda no obstante evidenciado que los países predominantemente exportadores de manufacturas obtuvieron paulatinamente un mayor valor unitario promedio por sus exportaciones; cosa que no favoreció a los países exportadores de productos primarios.

Paralelamente, los mismos países predominantemente exportadores de productos manufacturados necesitaron vender una menor cantidad promedia de los mismos para incrementar sus ingresos históricos; situación muy diferente a la que caracterizó a los vendedores de productos primarios quienes tuvieron que realizar un mayor esfuerzo en su ‘quatum’ exportado sin lograr incrementar –como ya se anotó- el valor promedio de sus exportaciones. En conjunto, dicha evolución negativa resultó doblemente desfavorable y deficitaria para países que, como la totalidad de los iberoamericanos, terminaron siendo a su vez predominantemente exportadores de productos primarios e importadores de productos manufacturados (9).

En síntesis, esta paulatino y continuado desequilibrio histórico en las relaciones netas del intercambio mundial dado entre países industrializados y no industrializados, implicó una igualmente continuada transferencia neta -en favor de los primeros y en contra de los segundos-, del producto y la riqueza nacionales. Todo lo anterior contradijo abiertamente el ilusionado pronóstico que Humboldt reservó en 1825 a los nuevos países americanos según el futuro orden económico mundial que correspondería instaurar al entonces triunfante liberalismo occidental.

b.) El ‘caso americano’

A pesar de los muchos esfuerzos internos realizados durante la segunda mitad del siglo XIX en pro de un proceso sustentado de industrialización, y salvo el efímero y aislado caso de Argentina, fue precisamente a comienzos del siglo XX, pero particularmente luego de la Iª Guerra Mundial, cuando los países latinoamericanos aceptaron el doble papel de ser, por un lado productores y abastecedores de productos primarios, como de importadores y consumidores de productos manufacturados, por el otro.

Si a lo anterior se suma la creciente pérdida territorial en favor de los expansivos EE. UU., de América (10), muy poco – en verdad nada- parecía haber cambiado para las antiguas colonias españolas en América, en especial en cuanto al tipo y grado de inserción y participación económica internacional: a comienzos del siglo XX, los ya no tan nuevos Estados americanos representaban apenas algo más de la mitad del territorio del original ‘Nuevo Mundo’ que entre 1799 y 1804 había visitado Humboldt; países a los que éste reservó en toda su obra americana un mejor y más brillante futuro en el nuevo orden internacional post-napoleónico conforme a su hipótesis de 1825.

Sin embargo, de acuerdo a las cifras y estimaciones estadísticas que estaban entonces a su mano, Humboldt murió convencido de haber acertado en su vaticinio. Así parecían revelárselo los datos más conocidos y que seguramente tuvo a mano antes de morirse:

CUADRO nº 4: COMERCIO GLOBAL (IMPORTACIONES E IMPORTACIONES) DE LOS 11 PRINCIPALES BLOQUES COMERCIALES OCCIDENTALES (1860)

(Millones de francos franceses)

País o bloques de comercio

Año:

Comercio Global (X+M)

Total (Millones de FF)

Rango (%)

Total 10 primeros

28 770.5

100.0%

Gran Bretaña

1860

13 628.8

47.4%

Imperio francés

1860

5 802.0

20.2%

EE. UU. de América

1860

3 810.9

13.2%

Hispanoamérica (Excepto Cuba y Pto Rico)

1860

2 011.8

7.0%

Imperio Austríaco

1860

1 332.0

4.6%

Reino de Bélgica

1860

908.2

3.2%

España

1860

668.5

2.3%

Rusia

1859

324.9

1.1%

Portugal

1859

183.8

0.6%

Dinamarca

1859

99.7

0.3%

Fuente : BLOCK & GUILLAUMIN: Annuaire de..; p. 491. Carlos CALVO: Colección completa...; t.1º, pp.ix y ss.

Hacía 1859, el año de la muerte de Humboldt, los EE. UU., de América e Hispanoamérica eran la 3ra y 4ª potencias comerciales de occidente. Tal cual lo profetizado por Humboldt, el comercio global (exportaciones más importaciones) del ‘Nuevo’ continente equivalían al total de las exportaciones del llamado ‘Imperio francés’ y eran la mitad del comercio total de Gran Bretaña, quien para entonces continuaba siendo la primera e indiscutida potencia comercial y marítima del mundo. 35 años después de su emancipación política la participación porcentual del comercio conjunto hispanoamericano era 3 veces superior al de su antigua metrópoli, que entonces contabilizaba el no poco despreciable comercio de Cuba, que junto a Puerto Rico continuaban siendo sus únicas posesiones americanas en América (11). Sin embargo, ya entonces, los EE.UU., de América doblaban el total del comercio hispanoamericano.

Aunque esta dinámica expansiva del comercio internacional imponía un acercamiento, no menos competitivo a nivel político, entre ambas orillas del Atlántico, las cosas al interior del continente iberoamericano lejos estaba de haber corregido las disparidades y polarizaciones económicas heredadas del antiguo sistema comercial colonial americano.

CUADRO nº 5: COMERCIO EXTERIOR IBEROAMERICANO, IMPORTACIONES, EXPORTACIONES Y GLOBAL; c. 1860

(Miles de F.F. y porcentajes)

País y área de Mercado

Año

Componentes del comercio

Importaciones

Exportaciones

Global

Valor (Miles FF)

%

Valor (Miles FF)

%

Total Iberoamérica y Haití

1 030 530.2

100.0%

1 001 275.9

100.0%

2 031 807.1

Brasil

1859

338 170.5

32.8%

271 805.6

27.1%

609 976.4

Hispanoamérica y Haití

692 359.8

67.2%

729 470.3

72.9%

1 421 830.7

Buenos Aires y Uruguay

1860

219 075.9

21.3%

219 422.3

21.9%

438 498.5

Perú

1860

136 596.1

13.3%

198 578.4

19.8%

335 174.6

Chile

1859

123 624.3

12.0%

97 796.3

9.8%

221 420.7

México

1859

97 490.2

9.5%

49 036.9

4.9%

146 527.2

Sub-total 4 grandes mercados

576 786.5

56.0%

564 833.8

56.4%

1 141 620.9

Nueva Granada

1857

17 580.0

1.7%

38 150.0

3.8%

55 730.0

Venezuela

1856

27 985.6

2.7%

33 180.5

3.3%

61 166.2

Ecuador

1856

12 333.5

1.2%

12 453.7

1.2%

24 787.2

Sub-total antigua 'Unión colombiana'

57 899.2

5.6%

83 784.2

8.4%

141 683.4

San Salvador

1859

6 531.9

0.6%

9 958.3

1.0%

16 490.1

Guatemala

1859

7 600.0

0.7%

8 834.5

0.9%

16 434.5

Costa Rica

1859

4 955.0

0.5%

6 569.7

0.7%

11 524.7

Honduras

1859

3 750.0

0.4%

4 125.0

0.4%

7 875.0

Nicaragua

1857

450.0

0.0%

500.0

0.0%

950.0

Sub-total antigua 'Unión centroamericana'

23 286.9

2.3%

29 987.5

3.0%

53 274.4

Paraguay

1859

7 698.2

0.7%

10 998.4

1.1%

18 696.6

Bolivia

1859

6 897.9

0.7%

7 586.4

0.8%

14 484.3

Haití

1858

19 791.0

1.9%

32 280.0

3.2%

52 071.0

Fuente: Annuaire diplomatique... 1862. Carlos CALVO: Colección completa...; t.1º, pp. xxxv y ss.

Por fuera de la notoria superioridad del comercio brasileño –prácticamente 1/3- dentro del conjunto iberoamericano, superada la mitad del siglo XIX, los tres grandes polos del antiguo imperio colonial hispanoamericano, a los que se había unido Chile, continuaban acaparando más de la mitad del comercio global de la región. No obstante, Buenos Aires, en desmedro de México y Perú, ocupaba ahora el primer puesto de importancia en dichos intercambios, siendo notable la cuota de mercado alcanzada por Chile respecto de la otrora privilegiada Nueva España. A pesar de todas las expectativas iniciales, las tres repúblicas que habían conformado la ‘Unión’ colombiana escasamente retenían un 5,5% y un 8,4% de las importaciones y exportaciones ‘suramericanas’, respectivamente. Las ininterrumpidas y cruentas guerras civiles sufridas por la Nueva Granada tras la muerte de ‘El libertador’ a lo que siguió la desintegración de la original República de Colombia –1830-, explicarían, sino en todo, si en buena parte el fracaso de esta nueva república en pro de una mejor inserción internacional, factor y fracaso que se hicieron todavía más crónicos a lo largo de la 2da mitad del siglo XIX para cada una de las tres repúblicas en que se fragmentó dicha ‘Unión’.

Conforme ya se demostró y de acuerdo al vaticinio –en verdad casi profecía- de Humboldt, resulta demostrable que la antigua América española efectivamente entró a participar de lleno en la extraordinaria expansión comercial y política que se suscitó en Occidente una vez consolidada la independencia política hispanoamericana. Sin embargo, resulta igualmente patente que para el tercer tercio del siglo XIX, y con una parcial excepción de la República Argentina, dicha participación distó mucho de haber superado las drásticas rigideces estructurales y funcionales económicas –y desde luego sociales- heredades de la colonia.

Mucho más verificable resulta afirmar que, a partir de comienzos del siglo pasado –siglo XX-, y en contra de lo esperado por Humboldt, los muchos y repetidos esfuerzos de reinserción internacional por parte del continente hispanoamericano –y si se desea iberoamericano- poco o nada tuvieron que ver con el equilibrio, mutuo beneficio y recíproca ventaja que el primigenio credo liberal –del que Humboldt fue ferviente creyente- pronosticó para los nuevos Estados americanos. Ideología que, por lo demás, animó por parejo tan larga, cruenta y ruinosa guerra emancipadora, como el reconocimiento político por parte de las demás potenciales occidentales, a la vez aliadas y rivales de España.

Por otra parte, y muy en contra de la eurocéntrica visión de Humboldt –tan propia a toda la ilustración europea- este crónico y final fracaso de todo el continente iberoamericano para lograr una equilibrada y ventajosa reincorporación en el nuevo sistema económico mundial post-napoleónico, quedó igualmente reflejado a las todavía más desequilibradas y desventajosas dinámicas económica que caracterizaron la conformación interior del ‘Nuevo Mundo’. Si bien lo anterior podría explicarse en razón de los procesos tan diferentes que a lo largo del siglo XIX siguieron el ‘Norte’ y ‘Sur’ del continente americano a nivel de su dotación –expansión- territorial y poblacional, no menos cierto sería que buena parte del éxito norteamericano -y fracaso iberoamericano- habrían tenido que ver mucho más con las disímiles estructuras y dinámicas sociales y políticas que caracterizaron a uno y otro proyecto post-emancipador americano.

CUADRO nº 6: TASAS COMPARATIVAS ENTRE EL PRODUCTO INTERNO BRUTO DE ALGUNOS PAÍSES HISPANOAMERICANOS Y LOS EE.UU., DE AMÉRICA (1700-1994)

País

1700

1800

1809a

1819a

1829a

1850a

1879a

1900

1913

1950

1994

EE. UU. De América

1.00

1.00

1.00

1.00

1.00

1.00

1.00

Medía Iberoamérica

1.28

0.66

0.59

0.51

0.27

0.28

0.29

0.27

Argentina

1.02

0.52

0.55

0.41

0.37

Cuba

1.67

1.12

0.78

0.39

México

0.89

0.50

0.37

0.35

0.35

0.27

0.23

Chile

0.46

0.38

0.40

0.33

0.34

Perú

0.41

0.20

0.20

0.24

0.14

Nva Granada y/o Colombia

1.08

1.13

0.55

0.65

0.45

0.31

0.18

0.18

0.19

0.24

Venezuela

0.10

0.10

0.38

0.37

Brasil

0.36

0.39

0.10

0.11

0.15

0.22

  1. Para la series 1809 a 1879, estimaciones del autor sobre cifras comparativas importaciones anuales, riqueza nacional y paridades oro. 1829 corresponde a la ‘Unión’ colombiana.

Fuente: John H. COASTWORTH: Trayectorias..; Cambridge (Mass. 1998);p.149 y ss. U.S.DEPARTMEN of COMERCE, Bureau of Census: Historical....; pp.14 y 244. Simon KUZNETS: Crecimiento.. ; pp.356 y ss. Gary M. WALTON & James F. SHEPHERD: The economic..; pp.138 y ss.

Las estimaciones anteriores, con todos los pormenores metodológicos implícitos, llanamente corroboran lo que terminó siendo la diferente dinámica económica americana. Aunque el análisis excluye a Canadá –sin la que bien difícil resulta explicable el éxito económico de los EE. UU., e América- las anteriores tasa porcentuales de equivalencia histórica entre el PIB norteamericano e iberoamericano, a pesar de las diferentes ‘masas críticas’ -territorio y población- involucradas en cada fase o momento histórico (12); señalarían que para 1800 el PBI del ‘Sur’ del continente era ya en promedio un 44% menor que el de los EE. UU., no obstante haber sido 1/4 superior un siglo antes.

Sin embargo, en ese mismo año de 1800, al menos tres de las antiguas colonias españolas Río de la Plata, Nueva Granada y Cuba- poseían un PBI ligeramente superior al de los EE. UU. Incluso, en las vísperas del proceso emancipador hispanoamericano, la tardía y efímera potencia minera americana, la Nueva Granada, habría superado ligeramente el PBI de los EE. UU., fecha ésta concordante con la expansión que éstos habían empezado hacia el Oeste español y norte mexicano (compra de la Luisiana por Jefferson en 1803). Hacia 1829, en la víspera de la ‘diáspora’ bolivariana, y a pesar del peso que la ‘campaña del Sur’ –incorporación de Quito y liberación del Perú- significó en la lenta recuperación de la economía colombiana, el PBI de la ‘Unión’ habría sido apenas 1/3 menor al norteamericano.

Por otra parte, y salvo la relativa aunque sostenida recuperación argentina durante el siglo XIX, 1900 aparecería como el umbral a partir del cual el resto del continente suramericano, en conjunto e individualmente, perdió definitivamente toda posibilidad, ya no de equiparar, sino de emular la dinámica de crecimiento de la riqueza y producto territorial de los EE.UU., quienes después de la ‘guerra hispanoamericana’ de fin de siglo, iniciaron su imparable marcha que les llevaría a convertirse –con severo detrimento del resto del continente americano- en la primera e indisputada potencial mundial; cosa que Humboldt ciertamente no alcanzó jamás a imaginar y menos aún a predecir.

a) El ‘caso novogranadino y colombiano’

Conforme al objeto del presente trabajo, corresponde mirar con algún detalle el proceso de inserción en la economía internacional de la inicial ‘Unión’ colombiana, posterior República de la Nueva Granada; Confederación Granadina, Estados Unidos de Colombia y a últimas del siglo XIX, nuevamente República de Colombia.

CUADRO nº 7: COMERCIO EXTERIOR DE LA NUEVA GRANADA, EE.UU., DE COLOMBIA Y COLOMBIA, 1835-1945.

(Millones de U$ corriente; toneladas métricas)

Comercio

1835-1844

1845-1855

1856-1900

1901-1930

1931-1945

1835-1945

Total

Media anual

Total

Media anual

Total

Media anual

Total

Media anual

Total

Media anual

Total

Media anual

Exportaciones Totales

17.1

1.6

47.3

4.3

731.2

16.2

1 446.9

48.2

1 556.7

103.8

3 799.3

34.5

Exportaciones de Oro

3.2

0.3

10.5

1.0

120.0

2.7

113.2

3.8

282.8

18.9

529.7

4.8

% Exportaciones oro

18.5%

18.5%

22.2%

22.2%

16.4%

16.4%

7.8%

7.8%

18.2%

18.2%

13.9%

Importaciones

23.5

2.1

47.8

4.3

936.8

20.8

1 475.5

49.2

1 225.2

81.7

3 708.8

33.7

Balanza Comercial

-6.3

-0.6

-0.5

0.0

-205.6

-4.6

-28.6

-1.0

331.5

11.1

90.5

0.8

1901-1945

Quantum exportado

16 283.0

542.8

48 923.5

3 261.6

65 206.5

1 449.0

Quantum importado

5 479.1

182.6

4 907.0

327.1

10 386.1

230.8

Quatum Exp./Imp.

3.0

10.0

6.3

Fuente: William Paul McGREEVEY: Historia; pp-103 y 214 y ss. Aníbal GALINDO: Apuntamientos; pp.40. Armando SAMPER: Importancia del...; pp.14;16;23;109 y ss. Diego PIZANO: Algunas reflexiones...; En: FEDESARROLLO: Ensayo sobre.. ; p.222 y ss.

Con todas las salvedades y limitaciones propias a la consolidación y conversión de las muchas, pero en general poco consistentes estadísticas propias al siglo XIX, varias cosas aparecen claras en cuanto al errático, y finalmente poco exitoso proceso de reposicionamiento internacional experimentado por la una de las repúblicas en que se subdividió –1830- la original ‘Unión’ colombiana; de la que, infortunadamente, no se conocen datos -siquiera aproximados- de su sector exterior entre 1819-1830.

De acuerdo a la periodización adoptada -que en términos generales se corresponde con las sucesivas transmutaciones políticas de la antigua Nueva Granada (13)-, resulta constatable que el promedio anual de los valores exportados por la Nueva Granada y Colombia se habrían incrementado en casi 100 veces durante los 110 años transcurridos entre 1835-1945; no así las exportaciones per-cápita que sólo lo habrían hecho en algo menos de 65 veces. Por su lado, las importaciones anuales y por habitante se habrían incrementado en 52 y 39 veces, respectivamente, y durante el mismo período. Consecuencia de las series anteriores es el déficit crónico de la balanza comercial del país que con la excepción del lapso 1931-1945, se mantuvo durante el período global considerado.

Este comportamiento global traduce la dialéctica estructural que caracterizó a todos los países que, y en su intento de inserción en el nuevo sistema mundial post-napoleónico, optaron desde comienzos del siglo XIX por ser a la vez productores y exportadores de productos primarios –mineros y agropecuarios- como predominantemente importadores de manufacturas. Si a las series anteriores se añadiese el análisis de los ‘quatum’ importados y exportadores –o disponibles en su totalidad para el caso colombiano-, se encontraría claramente que a un menor valor promedio exportado se correspondería un mayor ‘quatum’ exportador; como a la inversa, a un mayor valor medio de lo importado se asociaría una menor cantidad media importada. El saldo sería una merma sistemática en la capacidad de compra del país; en último término una transferencia neta crónica de Colombia al sistema internacional; como todo indica ha sido la experiencia novogranadina y colombiana durante los 110 y definitivos años de existencia como nuevo sujeto económico internacional. La cifras per-cápita son un buen indicativo al respecto.

Sin perjuicio del análisis complementario que se hará luego sobre los productos dominantes del comercio de exportación novogranadinos y colombianos, resulta ciertamente ilustrativo la presencia dominante y reiterada en las exportaciones del país –y por ende especialización internacional adoptada-, de oro y metales afines (plata y platino) que alcanzó un valor promedio del 14% durante los 110 años contemplados. Con ello, la Nueva Granada y Colombia habrían mostrado su relativa incapacidad histórica para superar, en más de un siglo, la estructura productiva y comercial colonial heredada.

CUADRO nº 8: COMPOSICIÓN SEGÚN LOS PRINCIPALES PRODUCTOS DE LAS EXPORTACIONES DE LA NUEVA GRANADA, EE.UU., DE COLOMBIA Y COLOMBIA, 1835-1945.

(Porcentajes)

Quinquenio

Oro, Plata y Platino

Café

Tercer Producto

Suma 3 productos

4º y 5º Productos

%

Producto

%

Productos

1834-1839

60.5%

1.1%

5.8%

Algodón

67.4%

32.6%

Palos y Cueros

1840-1844

58.4%

3.0%

8.8%

Cueros

70.2%

29.9%

Palos y Tabaco

1854-1859

19.2%

7.9%

35.1%

Tabaco

62.2%

37.8%

Quina y Sombreros

1864-1869

25.2%

8.5%

41.1%

Tabaco

74.9%

25.1%

Algodón y Quina

1870-1874

25.8%

13.4%

21.5%

Tabaco

60.7%

39.3%

Quina y Cueros

1875-1879

27.4%

8.8%

15.2%

Quina

51.4%

48.7%

Tabaco y Cueros

1905-1909

21.0%

39.0%

8.6%

Cueros

68.6%

31.4%

Bananos, Sombreros

1910-1914

16.2%

47.5%

8.7%

Cueros

72.5%

27.5%

Bananos y Sombreros

1915-1919

8.3%

55.2%

11.5%

Cueros

75.0%

25.0%

Bananos y Carne

1920-1924

5.7%

76.2%

5.9%

Bananos

87.8%

12.2%

Cueros y Carne

1925-1929

1.9%

66.9%

14.1%

Petróleo

82.9%

17.2%

Bananos y Cueros

1930-1934

12.7%

57.4%

19.0%

Petróleo

89.1%

10.9%

Bananos y Cueros

1935-1939

15.9%

54.1%

19.5%

Petróleo

89.5%

10.5%

Bananos y Cueros

1940-1944

10.8%

65.5%

15.5%

Petróleo

91.7%

8.3%

Bananos y Cueros

Fuente: Armando SAMPER: Importancia del... ; pp:31 y ss.

Las cifras del cuadro precedente son suficientes reiterativas de lo antes afirmado. Durante los 115 primeros años de su existencia –125 si se computa el período de su pertenencia a la ‘Unión’- 3 productos de naturaleza primaria –todos de origen minero, agrícola o pecuario-, y con la sola excepción del quinquenio 1875-1879, concentraron un peso porcentual en torno a las 2/3 del valor total exportado por el país. Dicha estructura exportadora resultó todavía más concentrada a partir de 1915 cuando el café –como lo habían sido el oro, plata y platino durante el período 1834-1944- se convirtió en el primer producto de exportación nacional; todo lo cual se hizo todavía más gravoso con el peso adquirido por las exportaciones de petróleo (crudo) y bananos, unas y otras fruto de las importantes inversiones norteamericanas que siguieron al arreglo colombo-norteamericano por el que se zanjó la invasión y separación del Istmo de Panamá.

Finalmente, el análisis sobre las tendencias históricas relativas al origen y destino de las exportaciones e importaciones de la antigua Nueva Granada, simplemente corroboran las pautas generales analizadas en los apartes iniciales de este Apéndice; demostrándose que la experiencia colombiana fue un caso caso más –ciertamente crítico- de la especialización. del trabajo e intercambio internacional que caracterizó la economía mundial a lo largo del siglo XIX y primera mitad del XX.

GRAFICO nº 3: ORIGEN PORCENTUAL DE LAS IMPORTACIONES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA Y REPÚBLICA DE COLOMBIA, 1866-70 Y 1925 (%)

Gráfico nro. 3, anklicken um zu vergrößern

Fuente: Cuadros nº A4 y A5 al final.

El gráfico nº 4 –y las series de los Cuadros A4 y A5 incluidos al final- resumen el gran cambio observable en el perfil geográfico seguido por el país en sus esfuerzos de reinserción en la economía internacional tras su independencia política. Tomando como indicador base el comportamiento de las series de importación –las únicas completas que permiten el análisis deseado- puede observarse como, después de 50 años de consolidada su independencia y después de una mal que bien sostenida política de libre cambio (14), los entonces EE-UU., de Colombia realizaban algo más del 88% de su comercio con Europa, en verdad con Inglaterra que casi acaparaba el 60% de sus ventas al país, seguida por Francia –23,5%- y Alemania con un modesto 4,8%, superada ésta por la Unión norteamericana que contaba con casi el 7% de dicho intercambio.

El período escogido -1866-1870- representa el punto máximo de una tendencia iniciada desde los albores mismos de la emancipación de las tres secciones de la inicial ‘Unión’ colombiana; que en el caso concreto de Inglaterra se perfeccionó a través de sus posesiones del Caribe –Jamaica, Trinidad y Tobago (15)- Resulta especialmente significativo el altísimo porcentaje que hasta 1844 mantuvieron como primeros proveedores de la República de la Nueva Granada, las islas de Jamaica y St. Thomas

La ahora República de Colombia no se quedó al margen del cambio sustancial experimentado en la economía internacional a partir de comienzos del siglo pasado, singularizado no sólo por la irrupción de los EE.UU., de América como exportador neto de manufacturas, sino como inversor neto de capitales y reposicionamiento ventajoso del dólar en el nuevo sistema monetario internacional impuesto luego de la Iª Guerra Mundial. Conforme al gráfico nº3, en 1926, en la víspera de la gran recesión del 29, y como consecuencia de los ya anotados arreglos que saldaron la disputa de la toma y emancipación de Panamá, los EE.UU. pasaron a ser el proveedor dominante –casi el 50% de las importaciones- siendo consecuentemente el primer comprador –82%- de Colombia. Inglaterra pasó a ser un modestísimo segundo vendedor, habiendo Francia y Alemania apenas conservado una presencia nominal. Como había sucedido a lo largo del siglo XIX, los intercambios con el resto de países iberoamericanos no pasaron de ser meramente simbólicos.

Como al igual del resto de países del continente, desde entonces la dependencia colombiana respecto del mercado norteamericano y su área de pago –el dólar- se acentuó irreversiblemente. A pesar de los novedosos, e incluso audaces proyectos posteriores a la IIª Guerra Mundial, dirigidos a promover una industrialización acelerada del país, bien internamente a través del llamado modelo ‘sustitutivo de importaciones’, como externamente mediante recurrentes –aunque siempre fracasados- proyectos de integración regional y subregional; Colombia como los restantes países iberoamericanos no pudieron escapar a la dialéctica regresiva de unas estructuras económica y social heredadas de la colonial. Consecuentemente con tal fatalismo histórico, la antigua Nueva Granada, en la que tantas ilusiones depositó Humboldt (16), se reconvirtió en nuevo proveedor a la economía internacional -básicamente los EE. UU., de América- de productos básicos como en un importador de productos semi o manufacturados.

El anterior cuadro resulta todavía más gravosos sabiendo que Colombia, como el resto de países de la región, ha sido históricamente un país transferente neto de capitales: saldo negativos en los servicios –capital, utilidades y anexos- de la inversión extranjera; deuda externa pública y privada y fuga de capitales autóctonos. Desde un punto de vista al menos estructural, el anterior fatalismo histórico se agrava todavía mucho más de tomar en cuenta la no menos neo-colonial vocación colombiana de ser –o al menos disputar a otros países andinos y México- el primer productor y comercializador de narcóticos occidental.

 

Notas

(7) El año de 1928 parece año apropiado para la verificado propuesta: además de la fiabilidad que ofrecerían las primeras series estadísticas comparativas a nivel mundial elaboradas por la ‘Sociedad de las Naciones’, sería un año suficientemente equidistante de los efectos recesivos que en los intercambios mundiales impuso la Iª Guerra Mundial, como igualmente de las secuelas, todavía más negativas, que en el comercio internacional se manifestaron desde la víspera de la gran recesión mundial del 29.

(8) Folke HILGERDT: The case of multilateral...; pp. 397y ss.

(9) Fue este crónico déficit estructural del sector externo latinoamericano la base de la tesis y política ‘sustitutiva de importaciones’ propuesta por la CEPAL (Comisión Económica para la América Latina) val a comienzos de los años 50. La misma dio origen a una nueva y decidida política proteccionista y ficticiamente proto-industrializadora que estuvo vigente en la casi totalidad del continente por cerca de 20 años. Raúl PREBISCH: El Desarrollo... ; passim. Paul T. ELLSWORTH: Terms of..; pp. 47 y ss. Charles P. KINDLEBERGER: The terms of ...; passim..

(10) J.Alberto NAVAS SIERRA: El próximo bicentenario de la independencia iberoamericana. (Un inminente reto para científicos sociales y ‘políticos’). Conferencia en la John Carter Brown Library; Providence (R.I.); 11 de septiembre del 2000.

(11) Para algunas cifras al respecto; Inés ROLDÁN de MONTAUD, Inés: España y Cuba...; pp. 35 y ss. J.Alberto NavAS SIERRA: Cuba y Puerto Rico..

(12) J.Alberto NAVAS SIERRA: El próximo bicentenario...; cuadros anexos.

(13) Tras la disolución de la ‘Unión’ colombiana en 1830, después de un cruento proceso de transición, el antiguo virreinato de la Nueva Granada mantuvo su herencia bolivariana organizándose como régimen unitario y centralista con el nombre de ‘República de Colombia’ (1832); la que se transformó – 1858- en sistema confederal bajo el título de ‘Confederación de la Nueva Granada’. En 1863 ésta fue reconvertida a la forma estrictamente federal como ‘Estados Unidos de Colombia’, unión que perduró hasta 1886 cuando se regresó al sistema unitario y centralista resucitándose el antiguo nombre de ‘República de Colombia’ la que, luego de siete reformas constitucionales, perdura hasta la actualidad.

(14) La segregada República de la Nueva Granada mantuvo por casi 10 años la política ‘proteccionista’ que había imperado durante los 10 años de la ‘Unión colombiana. Tanto los gobiernos de la ‘Confederación’ como los ‘EE.UU., de Colombia’ adoptaron una cada vez radical apertura arancelaria y aduanera la que combinaron con una gama muy extensa de ayudas, incentivos y subsidios estatales a favor de promover una industrialización del país. La ‘República de Colombia’ de fines del siglo XIX reinstauró un drástico proteccionismo que perduró hasta finales de los años 80 del siglo pasado. J.Alberto NAVAS SIERRA: Sector Externo y.. ; pp. 38 y ss. También: Colombia. 1830-1948.. passim

(15) A las anteriores habría que añadir otras posesiones caribeñas que, como las holandesas de Curaçao y Aruba y la danesa St. Thomas, estuvieron transitoriamente bajo gobierno inglés desde 1808-1809 hasta el ‘Tratado de París’; islas a través de las que los gobiernos insurgentes canalizaron buena parte -si no la totalidad-, de sus operaciones comerciales y sobre todo de aprovisionamiento de armamentos para su causa emancipadora.

(16) J. Alberto NAVAS SIERRA: Personalidad, ciencia y...; pp:245 y ss. También: -Humboldt y la universalización.

 

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